El niño con labio y paladar hendido
Se define como labio hendido, fisura labial o queilosquisis al defecto facial que involucra el cierre incompleto del labio, unilateral, bilateral o medial; y paladar hendido, palatosquisis, o fisura palatina al defecto palatino en la línea media que comunica con fosas nasales y cavidad oral.
El labio y paladar hendido son anomalías que comúnmente están asociadas y constituyen las malformaciones congénitas más frecuentes de la cabeza y el cuello.
Las fisuras labio-alvéolo-palatinas tienen una alta incidencia que se presenta en uno de cada 750 recién nacidos vivos, por lo que están entre las malformaciones más frecuentes y mejor conocidas.
Los factores asociados con estas malformaciones congénitas se pueden reunir factores ambientales y genéticos.
Las fisuras labio-alvéolo-palatinas pueden implicar la deformidad de 4 estructuras diferentes: el labio, el proceso alveolar, el paladar duro y el paladar blando, con la posibilidad que la alteración sea unilateral o bilateral, completa o incompleta.
¿Cómo afecta esta patología a la lactancia materna?
Para mamar el niño coloca el pezón en la boca y sella con sus labios alrededor de éste. Cuando el bebé succiona y deglute la leche materna, el velo del paladar se eleva, cerrando la cavidad nasal. Esto genera una presión negativa que mantiene el pezón dentro de la boca y la leche materna es extraída de los conductos junto con la ayuda de la lengua.
Cuando existe un labio y paladar hendido, puede ser difícil para el bebé realizar un buen sellado alrededor del pezón, ya que no podrá cerrar la cavidad nasal y la succión a veces es imposible de conseguir ya que el reflejo de succión se sitúa unos antes de la unión del paladar blando y duro.
Por otro lado, los bebés tragan mucho aire, provocando que se sientan satisfechos sin haber consumido la cantidad de leche necesaria. Los bebés con labio y paladar hendido realizan un mayor esfuerzo durante la lactancia, por lo que se cansan más rápido y dejan de lactar.
Cuando existe un labio y paladar hendido, puede ser difícil para el bebé realizar un buen sellado alrededor del pezón, ya que no podrá cerrar la cavidad nasal y la succión a veces es imposible de conseguir ya que el reflejo de succión se sitúa unos antes de la unión del paladar blando y duro.
Por otro lado, los bebés tragan mucho aire, provocando que se sientan satisfechos sin haber consumido la cantidad de leche necesaria. Los bebés con labio y paladar hendido realizan un mayor esfuerzo durante la lactancia, por lo que se cansan más rápido y dejan de lactar.
Sugerencias para amamantar al niño con labio y paladar hendido
-Mantener al bebé en posición vertical o semi-vertical durante la alimentación, para evitar que la la leche se vaya al tracto respiratorio. También se puede probar la posición de balón de fútbol americano modificada.
-Provocar eructos para que eliminen el exceso de aire que tragaron.
-Provocar eructos para que eliminen el exceso de aire que tragaron.
-Sostener la barbilla y la quijada del bebé con la mano.
- Amamantar de 5 a 10 minutos, luego complementar con leche materna extraída debido a la dificultad del bebé para una succión suficiente.
Revisa el siguiente video que explica cómo afecta esta patología la lactancia y cómo alimentar al bebé.
Fuentes de consulta:
Lombardo-Aburto E. La intervención del pediatra en el
niño con labio y paladar hendido. Acta Pediatr Mex. 2017 jul;38(4):267-273.
https://albalactanciamaterna.org/lactancia/tema-5-situaciones-especiales/lactancia-materna-labio-leporino-y-fisura-palatina/
https://albalactanciamaterna.org/lactancia/tema-5-situaciones-especiales/lactancia-materna-labio-leporino-y-fisura-palatina/
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